domingo, 10 de diciembre de 2017

CRISIS DE LIDERAZGOS POLÍTICOS EN LA REPÚBLICA DOMINICANA (1996-2016)

(1996-2016)
CRISIS DE LIDERAZGOS POLÍTICOS
EN LA REPÚBLICA DOMINICANA

Independientemente de que en algunos países del mundo, además de líderes políticos, existen también líderes militares o religiosos que en un momento dado se convierten en líderes políticos, entre 1924 y 1994, nuestro país contó con líderes importantes, tales como: Juan Isidro Jiménez, Horacio Vásquez, Rafael Trujillo, Joaquín Balaguer y Juan Bosch entre otros. A partir de 1996 esos grandes líderes populares desaparecieron y en su lugar se colocaron, no a personalidades individuales, sino  a grupos de dirigentes medios de los grandes partido s nacionales (PRD – PR – PLD), organizados en mafias de poder,  bajo la designación de “Comités Políticos”, con poco poder de  cada uno de ellos en los  miembros u  organismos  de esos  partidos, pero con mucho poder sobre el partido cuando se ponen de acuerdo, para designar al candidato que más le conviene a esa mafia que ser elegido, para beneficio  de ese  grupo depredador de los recursos del Estado, y conservar el poder, sea mediante alianzas con partidos pequeños, o mediante gobiernos compartidos que significa: ampliar las bases de las mafias de esos grupos pequeños burgueses , que son quienes han estado gobernando el país entre 1996 y 2016.

Los líderes políticos dominicanos, que en el pasado guiaban partes significativas de la población dominicana, eran en su mayoría personas idealistas, con una acentuada formación ideológica y vocación de servicio para servir a su país, además de formación académica o autodidacta sólida en materia política, económica y/o de organización social, salvo las naturales excepciones, que disimulaban sus reales intenciones, hasta el momento en que eran elegidos presentes de la República.

Además de las condiciones antes mencionadas esos líderes poseían el poder, de transmitir a la población cuál debía ser el camino a seguir, para superar determinados obstáculos que frenaban el desarrollo de los distintos sectores de la sociedad, priorizando planes de desarrollo específicos, para crecer en base a las riquezas que se iban creando, con el menor endeudamiento externo posible, para alcanzar tales objetivos.  Por eso, cuando buscaban alcanzar la Presidencia de la República, para hacer posible un crecimiento y desarrollo nacional, que en mayor o menor grado favoreciera a todos los dominicanos, lo concebían, independientemente del partido político al cual pertenecieran los potenciales beneficiarios en esos proyectos, los cuales no iban dirigidos a favorecer los miembros de sus partidos. A partir de 1966, las riquezas que produjo el país, se distribuyeron entre los miembros de los Comités Políticos del partido de gobierno y de la supuesta oposición, organizados en  gobiernos compartidos,  en los  que se incluían también, los parientes y amigos del Presidente.

A ese grupo se agregaban también, los dueños de medios de comunicación (que son además, en algunos casos, suplidores del Estado), los comunicadores sociales (periodistas) al servicio del Presidente de turno, los grupos económicos de poder y las iglesias cristianas, entre otros grupos históricamente corruptos, al servicio del Poder Político, que los necesita para encubrir sus actos de corrupción.

El país necesita sustituir, y cuanto antes mejor, la mafia que actualmente gobierna el país (con el apoyo del Poder extranjero), con los cuales divide las riquezas, recursos mineros y los servicios de interés y de utilidad pública del Estado nacional.

Necesitamos líderes que convertidos en Administradores del Estado, guíen y conduzcan el país, hacia objetivos realizables en el tiempo que fuere necesario y con recursos propios, para evitar la pérdida de soberanía originada en intervenciones como las verificadas en el pasado. Líderes que entiendan, que para hacernos respetar de la Comunidad Internacional, debemos establecer un riguroso “Plan de Austeridad”, hasta reducir la deuda actual (interna y externa), a niveles aceptables y al mismo tiempo   garantizar,  un crecimiento y desarrollo sostenido, fundamentado en las riquezas que de manea creciente vaya generando el país, que no sea de tipo clientelista.

Para alcanzar tales objetivos, necesitamos líderes políticos nacionales, pero también, líderes sectoriales entre los obreros, campesinos, sindicatos, profesionales, grupos económicos de poder, en los clubes sociales y deportivos y también en nuestras Fuerzas Armadas. No deben  existir grandes líderes políticos nacionales, si la sociedad no los ayuda y les hace exigencias, a través de los liderazgos de las bases sociales, económicas y militares del país, incluyendo los que se desarrollen en el Poder Judicial, y las famosas altas Cortes, hoy al servicio del Poder Ejecutivo, para lo que se requiere   el absoluto respeto a la Constitución, por vía de un  Tribunal Constitucional (que sea capaz de defender la supremacía de la Constitución, la defensa del Orden Constitucional y la protección de los derechos fundamentales del pueblo dominicano), para lo cual se requiere de la designación  de  Jueces no políticos, ni con militancia política  como los que  actualmente integran ese Tribunal.

El Tribunal Constitucional que necesita el país, debe estar integrado por los ciudadanos más honestos que existan en el país, muchos de los cuales necesariamente no tienen que ser abogados, lo que se requiere es que independientes, capacitados, ecuánimes y hayan dado muestras en el pasado de estar al servicio del interés  nacional, pues en sus integridades descansará el futuro de nuestra Nación.

Sin el apoyo y vigilancia de los líderes comunitarios, municipales y sectoriales; los futuros líderes políticos nacionales del país, carecerán del contrapeso organizativo y apoyo mayoritario de la población, necesario para frenar y enfrentar tales líderes nacionales, cuando pretendan apartarse de los programas de gobierno, en base a los cuales fueron elegidos, o violen la constitución al creerse insustituibles.

El hecho de que un líder político, sea elegido para gobernar un país, e implementar el  programa de gobierno, con el cual se identifican los miembros de su partido y/o aliados de  otros partidos; de ningún modo significa, que si se desvía del camino y de los objetivos que hicieron posible su elección, a ese político se le permita continuar gobernando (al margen) de los compromisos contraídos con quienes los eligieron. De manera que si el Derecho Soberano a elegir reside en el pueblo, de quien emanan todos los Poderes del Estado, ese mismo pueblo pueda  expresarse vía  Referendos para Revocar el mandato otorgado precedentemente, y solicitar a la Junta Central Electoral convocar a nuevas elecciones, para “sustituir al presidente que se extralimitó en sus funciones, sin la debida ‘RATIFICACIÓN’ de quienes en un primer momento lo eligieron”. Nadie debe tener “patente de corso” para desde la Presidencia de la República, hacer lo que quiera y menos violar la Constitución y las leyes, que al asumir el cargo –juró respetar y hacer respetar”.

Dado que en el país existen muchos ciudadanos, buenos, serios, competentes, con vocación de servicios y condiciones de liderazgos comunitarios y sectoriales. Quienes deseen organizar Partidos Políticos y participar en el accionar político nacional a futuro, deben  estimular la identificación  y organización de potenciales  líderes sectoriales en todo el territorio nacional, en los cuales apoyarse para convertirlos  en una fuerza de contrapeso al liderazgo político en los partidos; pero también  de los partidos de gobierno , cuando los intereses creados intenten frenar planes de desarrollo de interés nacional , manera tal, que aunque políticamente ellos (los pequeños líderes) tengan simpatías políticas, las organizaciones comunales, sectoriales, ONG’s, sindicales, asociativas, etc., estén al servicio de las comunidades que dirigen u orientan esos líderes sectoriales y regionales, independientemente de cuáles sean las simpatías políticas y diferencias entre los líderes y los miembros de los organismos a los cuales pertenecen, como sectores sociales. Sometidas a votaciones, prevalece el voto de la mayorías de los miembros de esos organismos.

Lo que estamos sugiriendo, no lo va a hacer el gobierno de “Presidente Medina”, ni las direcciones políticas de los partidos (grandes o pequeños) que existen en el país actualmente y forman parte del gobierno compartido de Medina y sus adláteres. Pues sus objetivos, misión y visión de cómo se hace un buen gobierno, lo miden en función de cuantos recursos se apropiaron indebidamente, de los ingresos del Estado a los que han tenido  acceso; ni tampoco de los financiadores externos de tales partidos, que son tan corruptos como los presidentes y partidos a los cuales aportaron recursos, para una vez elegidos, en el sistema democrático que defienden y les gusta, no participar en el negocio  en el cual invirtieron.

Por tales razones debemos entender:

Que si “La democracia es”: El sistema político, que defiende la soberanía del pueblo, y el derecho del pueblo a “elegir y controlar” a sus gobernantes.

A partir de la independencia de Estados Unidos, independientemente de que solo una parte de ese pueblo tenía el derecho a elegir y controlar sus gobernantes; la elección y control de sus gobernantes estaban condicionados de hecho en su origen, por los grupos de Poder económico de aquel país. A partir de la terminación de la 1ra. Guerra Mundial, también eran condicionadas las “elecciones y su control” por la Plutocracia del mundo, la que al invertir en Estados Unidos, reclama el  control, el retorno de sus inversiones y la seguridad jurídica de los capitales invertidos, a la vez que exigían no tener que identificar la proveniencia de esos recursos.

Terminada la 2da. Guerra Mundial, y siendo la URSS un Estado multi-étnico, gobernado por una “estructura política partidaria”, el derecho a elegir y controla sus gobernantes, se transfirió del pueblo al Partido único, excluyéndose lamentablemente el derecho de los pueblos de la URSS a elegir y controlar los gobernantes  de un Estado, que no debió desaparecer, pues dejaba a Estados Unidos como única potencia hegemónica en el mundo, lo que nos perjudicaba a todos los demás.
Al día de hoy, a un Estado se le considera democrático, si en su Constitución se dice:

1)     que el “pueblo” (sus nacionales) están organizados como Estado libre e independientes, y
2)     que el “gobierno” de esa nación es: esencialmente civil, republicano, democrático y representativo.

De manera que, quienes no  insertan en sus Constituciones esas formalidades preestablecidas en la constitución original  de Estados Unidos, ese país los considera NO DEMOCRÁTICOS, y no necesariamente es así, una cosa es lo que se escribe y otra lo que se hace, por ejemplo:

a)     En Estados Unidos existen “2 partidos mayoritarios” (Demócrata y Republicano), los que de hecho son un solo partido (con algunas pequeñas variantes).
b)     La mayoría de los ciudadanos en ese país, ni eligen ni controlan totalmente a sus gobernantes. Los eligen siempre la minoría que vota.
c)     Por “gobierno civil se entiende” en Estados Unidos, Presidentes que la población es inducida para que voten por ellos (generalmente civiles, no así en sus colonias latinoamericanas, donde los militares gobiernan sin ser elegidos), aunque el poder real sea ejercido indirectamente por los grupos de Poder Económico, que son quienes financian tales candidaturas en USA.
d)     Que el estado libre e independiente esté organizado como República, a imagen y semejanza de Estados Unidos, aunque no sea libre ni independiente.
e)     Democrático porque lo dice la Constitución, no porque sea el pueblo quien los elige libre y soberanamente, ni está organizado para controlar el Poder de los gobernantes que les imponen.
f)     Representativo en el sentido, de que los candidatos elegidos en elecciones generales, una vez elegidos se desvinculan y asumen el poder de quienes los eligieron durante el tiempo para el que fueron elegidos. Solo en Constituciones, donde la soberanía del pueblo es participativa, el pueblo mantiene el Poder de “Revocar o Ratificar” el mandato, a las personas que eligió para representarlos, sea en el Poder Ejecutivo que en el Legislativo, mediante uso de Referendos convocados a tales fines.

De todo lo anterior se puede inferir: Que la democracia (Made in USA) es una dictadura disimulada; donde una cosa es  lo que se escribe, y otra muy distinta –lo que se hace en nombre de la libertad, la soberanía y el ejercicio democrático del Poder.

En el caso de República Dominicana, el hecho de que los partidos –PR, PRD y PLD– utilizan los recursos del Estado para hacer elegir a sus candidatos, violen la Constitución para reelegir presidentes que Constitucionalmente no debían reelegirse, usar los recursos del Estado como si fueran propios o de esos partidos, los candidatos electos no responden al pueblo que supuestamente los eligió, sino a la cúpula de dirección de esos partidos, con el apoyo condicionado (en el pasado por la SCJ) y actualmente por el TC; además de que, el Poder Ejecutivo controla, sea el Congreso que al Poder Judicial (incluyendo las Altas Cortes), constituyen ejemplos no edificantes, de cómo funciona la “Democracia representativa” en estas colonias latinoamericanas de Estados Unidos.

Con Presidentes, Senadores, Diputados, Síndicos y Jueces de las Altas Cortes como los que hemos tenido a partir de 1996, este Pseudo Estado no se desarrolla (sencillamente se endeuda), y los recursos obtenidos vía préstamos internacionales se los distribuyen las cúpulas de los partidos que nos han gobernado durante los últimos 20 años,  sobre cuyo uso según el objetivo el préstamo, no existen controles reales, sean internos, externos o de ambos. Prestamistas y prestatarios están organizados como mafias internacionales,  que algún día tendrán que rendir cuentas, a los pueblos y a los organismos internaciones en los cuales se infiltraron para robar desde arriba y con impunidad. Lo que está pasando no lo desconoce la ONU, el Banco Mundial, el Banco Interamericano  de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional,  ni las Agencias que emiten informes sobre los riesgos existentes en los países que obtienen financiamientos internacionales.

No hay comentarios: