ESTADOS HISPANIOLOS CONFEDERADOS O LA FUSION DISIMULADA

Estados Hispaniolos Confederados
O
La Fusión Disimulada.

Dado el interés que tienen los gobiernos de Estados Unidos, (sean estos republicanos o demócratas), de resolver el problema de la sobrepoblación haitiana, originada en la cultura de los gobiernos de ese país, “de que cada vientre fértil debe ser fecundado”, para luego estimular esa masa hambrienta de emigrantes hacia el territorio dominicano, proyecto este que cuenta con la complicidad de muchas autoridades dominicanas al servicio de la política de Estados Unidos en la Isla Hispaniola.

Este interés radica en el sentimiento de MEA culpa que siente la clase política del imperio, por haber sido ellos los responsables de haber trasladado a la Hispaniola desde África los ascendientes de la actual población haitiana por razones estrictamente mercuriales, cuyos errores pasados pretenden enmendar, cometiendo otros errores mayores, ahora contra un Estado y una Nación, la que no es la responsable del estado de pobreza y atraso por la que atraviesa Haiti, a partir del momento en que, como nación independiente, ese país declaró una guerra abierta a los blancos y mulatos, y muy especialmente contra los bienes de producción que pertenecían a los grupos étnicos que los explotaban como esclavos, ignorando que eran esos bienes precisamente, la diferencia entre el desarrollo y atraso de la población haitiana en el futuro.

Dado que es política de aceptación general de los funcionarios del Departamento de Estado, que Haiti y República Dominicana deben fusionarse, si se desea resolver el problema de sobrepoblación en Haiti, para lo cual es necesario que en la isla exista un solo Estado, toda vez que se trata de descendientes de africanos pertenecientes a la misma etnia en ambos Estados, que no pueden vivir uno sin el otro, por lo que el flujo migratorio de haitianos hacia la República Dominicana es indetenible, debido a la colaboración “fraternal y cristiana” que profesan estos hermanos, separados solo por el odio racial de algunos nacionalistas dominicanos antihaitianos, que desean continuar “explotando y mantener en la esclavitud” a los negros haitianos y a los negros dominicanos.

Dado el amor y la pasión que profesa la sociedad estadounidense en fusionar y resolver definitivamente el problema de una comunidad, la que no desean en sus territorios, pues como dijo el Presidente Jefferson en 1801, cuando sugirió que tan pronto Francia e Inglaterra hicieran las paces, los Estados Unidos deberían actuar de común acuerdo con ellos para confinar la peste (haitiana) a esta isla. Saint Domíngue afirmó, seria un “receptáculo adecuado” para confinar a los negros del hemisferio occidental que ya no fueren útiles en una sociedad civilizada (como la de los Estados Unidos).

Por todas estas razones y para que se cumpla cuanto antes la voluntad del imperio, talvez podría resultar conveniente maquillar la posición relativa a la fusión deseada, proponiendo a los negros que habitan la Isla Hispaniola, que soliciten al gobierno de los Estados Unidos y a la ONU, que se apruebe un “Estatuto” de Estados Hispaniolos Confederados y que en su condición de Estados Fallidos, estos se pongan bajo la tutela muy cristiana de las familias Clinton – Carter y Kennedy, y se les entregue esta isla en Fideicomiso, por un periodo de 100 años. Familias estas que contarían con el apoyo de la comunidad internacional para desarrollar la utopía de una fusión diseñada conjuntamente con las jerarquías de las Iglesias Cristianas en Roma, Estados Unidos y República Dominicana, para haitianizar completamente la parte oriental de dicha isla, tal como plantearon en el pasado Jefferson, Toussaint y Dessalines, mientras que ahora lo plantean Clinton, Carter y los descendientes del contrabandista de Wisky Joseph Kennedy.

De cumplirse estos designios antidominicanos, estaríamos haciendo una realidad el articulo 15 de la Constitución Haitiana en 1805, la que establecía: Que “el imperio de Haiti es uno e indivisible”, a lo mejor, ahora con el Sr. Clinton como Emperador de estas dos repúblicas bananeras y fallidas de negros, cuyo confinamiento es necesario, si se desea preservar la sociedad estadounidense, ahora y en el futuro próximo.









Wt/lv