REFLEXIONES SOBRE UN PUEBLO Y UNA TRAGEDIA

REFLEXIONES SOBRE UN PUEBLO Y UNA TRAGEDIA


La deshumanización de alma en el pueblo haitiano, la indolencia, apatía, indiferencia y pasividad ante los resultados de la tragedia originada por el terremoto que afectó Puerto Príncipe, puso de manifiesto ante el mundo, como miles de cadáveres se pudrían en las calles, sin que los sobrevivientes tomaran la decisión de sepultarlos, como era el deber de todos aquellos que aun en estado de shock, caminaban por las calles, sin saber que hacer y sin un rumbo fijo de hacia donde ir.

Los gestos de solidaridad de la comunidad internacional para con el pueblo haitiano debido al sismo, quiera Dios que no acentúe la idea en ese pueblo, de que la solidaridad internacional es obligatoria y contínua en el tiempo, y que ellos van a vivir de estas ayudas y de esa solidaridad por siempre, lo cual exonera los gobiernos haitianos de cumplir con sus deberes y a la población de exigirles a sus políticos, gobernar a favor de todos los sectores de esa nación, en función de los recursos que genere el país, una vez cesen tales ayudas, y se amortiguen en la comunidad internacional, los complejos de culpabilidad por haberse olvidado de orientar ese país en el pasado, en materia de desarrollo económico y social siguiendo vías democráticas, y no en base al apoyo de dictaduras, convenientes al imperio, en su juego geopolítico en la región.

Ojala los haitiano entiendan, cual es la responsabilidad de la comunidad internacional para con Haiti, y cuales son las responsabilidades de la sociedad y la nación haitiana en su proyecto de desarrollo y supervivencia futura.
No se confundan ni se pierdan en esto, ayúdense ustedes, para que los otros se motiven en seguir ayudándolos