viernes, 19 de febrero de 2010

HAITI: INDEPENDENCIA DE FRANCIA, DEPENDENCIA DEL VUDÚ, INVOLUCIÓN Y TERREMOTO SALVADOR: NECESARIO Y FUNDAMENTAL PARA EL DESARROLLO DEL NUEVO ESTADO H.

Haiti: Independencia de Francia, Dependencia del vudú, involución y Terremoto salvador: “necesario y fundamental” para el desarrollo del nuevo Estado Haitiano.

Desde el momento mismo de su Independencia, Haiti se convirtió, por efecto de su cultura, tradiciones y odio ancestral contra el hombre blanco, en un dolor de cabeza para los colonizadores esclavistas, esto es: para los Estados Unidos, Inglaterra, España, Portugal y Francia.

Con frecuencia los extranjeros que visitan la Isla Hispaniola se preguntan: ¿Por que la República Dominicana ha logrado en la actualidad un relativo desarrollo económico y Haiti no, cuando Haiti disponía de la mayor estructura de producción agro – industrial Francesa en América en relación a su territorio?. La respuesta es: porque el Estado Haitiano no se constituyó sobre la base de una nación, cohesionada sobre la cultura y tradiciones de toda su población (exceptuando la firme creencia de ese pueblo en el Vudú, como elemento unificador), utilizable y concebido como un instrumento de venganza contra los enemigos blancos y mulatos de los negros que creen en esa especie de religión aberrante.

La independencia de Haiti entre otras cosas, sirvió para que los negros en el poder siguieran explotando los demás negros haitianos en lugar de los esclavistas franceses. De manera, que el pueblo haitiano nunca constituyó una prioridad de desarrollo para los gobernantes haitianos, sino un medio para su enriquecimiento por vía de la explotación durante los primeros 100 años de Independencia. Entre 1904 y 1927, la clase política haitiana pretendió resolver los problemas de la sobre población haitiana en relación al territorio disponible para agricultura, la depredación del medio ambiente por vía de la deforestación y el desempleo de su población joven; utilizando las siguientes políticas: 1) En un principio, cuando militarmente eran mas fuertes que los dominicanos, (sea en número de habitantes que de armamentos), iniciaron invasiones para depredar y ocupar parte del territorio dominicano, tanto en 1822 como entre 1844 y 1856, política esta que les permitió agregar por la fuerza unos 6,000 kms2 de territorio dominicano a Haiti, 2) Cuando ya no le fue posible continuar con las invasiones armadas, se apoyaron en el gobierno de los Estados Unidos para legalizar los territorios anexados y 3) Cuando ya ni una cosa ni la otra era posible, debido a un aparente status jurídico reconocido por los Estados sobre derecho territorial en Latinoamérica, a partir de 1915, las intervenciones del gobierno de Estados Unidos, tanto en Haiti como en República Dominicana, permitieron poner en practica una nueva modalidad para entregar el territorio dominicano a los haitianos y a los hijos de haitianos nacidos en el país, que las fuerzas militares de ocupación empezaron a trasladar al territorio dominicano para que trabajaran en los Ingenios Azucareros que operaban en nuestro país, ingenios que eran propiedad de ciudadanos norteamericanos, involucrados en ese proyecto.

De 1919 hasta 1938 estimularon la inmigración de haitianos hacia nuestro territorio por todas las vías, en un principio, apoyados por las fuerzas de ocupación de manera directa y a partir de 1952, con el apoyo del gobierno dominicano de Trujillo, quien prefirió continuar haitianizando nuestro país mediante la contratación innecesaria de “Braceros Haitianos”, los que una vez terminada la Zafra se quedaban en su gran mayoría en el país, para el año siguiente el Estado dominicano volver a contratar nuevos braceros, los que llegaban al país con sus familias (mujeres e hijos), para así cumplir con la Resolución de Naciones Unidas de 1949, la cual tenia como objetivo (a instancia del gobierno de Estados Unidos) haitianizar completamente todos los territorios de nuestro país, desde la línea fronteriza hasta Cabo Engaño.

De todo lo anterior se ha podido comprobar, que no obstante los esfuerzos hechos por los gobiernos haitianos, la haitianizacion deseada todavía no ha sido posible totalmente en la parte oriental de la Isla, por la terquedad del pueblo dominicano, de pensar, actuar y diferenciarse del pueblo haitiano, así como de la cultura y tradiciones de los habitantes asentados en el occidente de la Isla de Santo Domingo, es decir de Haiti.

Después de 200 largos años de Independencia de Haiti, ahora la naturaleza los golpea con un terremoto de 7.3 grados, tragedia esta que pone en evidencia lo que es Haiti y lo que es la República Dominicana. Por ironía de la naturaleza, el terremoto que tan duramente a golpeado el Estado y la población de Puerto Príncipe, es el que le va a permitir recabar el apoyo necesario de la Comunidad Internacional, para que las naciones que se auto proclaman “amigos de Haiti”, aporten recursos durante mucho tiempo, si desean facilitar el desarrollo de los haitianos en Haiti.

Los dominicanos que debemos desconfiar de las intenciones del pueblo y del gobierno de los Estados Unidos, debemos prepararnos para enfrentar en el futuro: a) La fusión deseada de Haiti y República Dominicana, para así no asumir ellos la responsabilidad debida, para con la población de ese desafortunado país, mientras que, en caso que decidan cambiar intención de fusión por desarrollo, b) El apoyo de la comunidad internacional, especialmente las naciones de norte – centro y sub- América, para desarrollar realmente Haiti mediante planes de corto, mediano y largo plazo, ese proyecto debe y puede contar con nuestros limitados aportes, en cuanto país mas afectado por el proyecto de la única e indivisible de sus gobiernos y la pobreza generalizada del pueblo haitiano.

El día que la ONU apruebe un fideicomiso para Haiti por un período no menor de 20 a 30 años y se implemente en ese período un plan de control de natalidad para reducir su población a menos de 5 millones de habitantes, así como la esterilización de enfermos terminales (jóvenes y viejos), personas mayores de 40 años (hombres y mujeres todavía en capacidad de procrear) y también delincuentes, los dominicanos debemos empezar a pensar, que la intención de apoyar y ayudar ese país a desarrollarse va en serio, y que nosotros debemos formar parte de ese proyecto de desarrollo como manera de preservarnos. Ojala que así sea, para bien de los haitianos y de los dominicanos que continuaremos viviendo uno al lado del otro, quien sabe por cuanto tiempo.
En el futuro, los dominicanos debemos cuidarnos del proyecto haitiano de siempre, que pretende robarnos el país milímetro a milímetro, cada día, cada año, todos los años hasta que se cumpla la sentencia de Dessalines y de los Estadounidenses, (si es que todavía continúan apoyando el plan de fusión) después de la “reconstrucción de Haiti”, en la que dicen estar trabajando. El proyecto fundamentado en el victimismo, el racismo y la discriminación como apoyo a la inmigración ilegal, la nacionalización de los hijos de haitianas que vienen a parir en nuestros hospitales, todo esto con el apoyo de las iglesias cristianas y del gobierno de Estados Unidos, debe desaparecer en el futuro o no habrá paz ni entendimiento entre un Estado – el dominicano, y un seudo – Estado, (fallido por demás), el que para no asumir la responsabilidad con su población muy pobre, la confunde y desinforma empujándola hacia la tierra prometida en otro país también pobre, culpable de haber creado para su población: desarrollo económico y social, seguridad, organización y tranquilidad entre los grupos y clases (étnicos y sociales) de una sociedad, que no es mejor ni peor que la haitiana, pero si distinta

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